Daniel Fernández Gastaldi

Luego de terminar mi carrera, decidí que era momento de buscar nuevos horizontes que me permitieran ver las cosas desde otra perspectiva. Australia aparece en mi camino gracias a su fama de país desarrollado, multicultural y amigable con los inmigrantes. Esos conceptos no fueron para nada errados.

Así fue que me embarque en un viaje de 6 meses a la ciudad de Sídney, con la idea de mejorar mi nivel de inglés y tomar contacto con gente de otros lugares. Viví en una casa de estudiantes donde conocí gente de todo el mundo, incluso de países cuya existencia desconocía anteriormente. Esto me llevo a probar nuevas comidas, escuchar otra música, familiarizarme con acentos muy diferentes y obviamente generar muchas nuevas amistades en un ambiente increíble como es la ciudad de Sídney, que no solo se encuentra a la vanguardia en cuanto a diseño, sino que también ofrece una importante oferta cultural, espacios verdes y hermosas playas donde descansar luego de clases.

El instituto al que asistí fue más que satisfactorio desde el punto de vista académico, a la vez que resulto muy ameno el trato en el día a día, haciendo que uno se sienta como en casa. Las clases en pequeños grupos permitieron un seguimiento personalizado del desempeño de cada alumno mientras que en los recesos todo el mundo comparte almuerzo, chistes y experiencias.

En fin, si tuviera que hacer un balance diría que viví en uno de los países más avanzados del mundo, un ejemplo en materia de movilidad social, con un desarrollo de infraestructura que impresiona y sorprende por su estética; que a su vez su gente facilita la integración de todo aquel que no sea nativo, y donde las oportunidades están a la vuelta de la esquina.